Constelaciones Familiares y Soluciones Sistémicas 

Las Constelaciones son un ARTE, “ayudar es un arte”, uno necesita poseer un don cita Bert Hellinger.  También es posible estudiarlas y experimentarlas. Siento que estoy en el camino de la integración con esta corriente sistémica,  es un desafío  responsable de mi parte, en donde mi deseo es que al transitarlo cada día se  transforme en un DON. Tengo claro mi actitud, de estar en concordancia con mi  propio sistema familiar,  se que la verdadera ayuda es humilde, renuncio a la inocencia del niño  y  como adulta se de las penas y las culpas y las dejo con aquellos a quienes le pertenecen. 

Entiendo que solamente quien ha tomado a todo, tanto a sus padres como a todas las personas que los han acompañado en la vida, pueden dar a otros lo que necesitan. 

Como facilitadora tengo presente  LOS ÓRDENES DE LA AYUDA: doy al consultante solo lo que uno como facilitador tiene y lo que el consultante necesita. Respeto las circunstancias especiales internas y externas del consultante tal como son. Entiendo que la relación entre facilitador y el consultante es de igual a igual. Veo al consultante como parte de un sistema y no como un individuo aislado. Permito que todo lo que antes estaba separado se una, sin juzgar, para  integrar todo tal cual es.

Siempre tengo claro que trabajo  para lo que no se ve, para “los lazos invisibles”. Esto significa caminar con el ALMA. Se que si hago esa   diferencia entre “el bien y el mal” es una barrera para la ayuda, soltar  es la diferencia, me ubica  al servicio de la PAZ, por ahí es donde quiero ir…

  Como facilitadora en   CONSTELACIONES FAMILIARES te invito a  vivenciar esta herramienta,  que  tiene la capacidad de explicar y mostrar con claridad las razones por las que somos como somos y nos relacionamos cómo lo hacemos. Nos permite comprender que muchas de las cuestiones que no fluyen en nuestra vida, no son sólo resultado de lo experimentado por cada uno, sino también de los destinos, los dolores, las exclusiones, las experiencias y los traumas que vivieron nuestros ancestros.

Cintia Maria Biciuffa.